Lo básico es la fruta madura. El transportador de caracol la traslada al molino. Aquí la fruta es acondicionada un poco para hacer más fácil el proceso de fermentación, sin afectar los huesos. Seguidamente, la fruta es trasladada, con la ayuda de la bomba, a los tanques de fermentación donde transcurre el proceso de fermentación.

La fermentación (“de alcohol”) es un proceso durante el cual los azúcares se transforman, bajo el efecto de la levadura, en alcohol. La levadura contiene unas ensimas que se encargan de esta transformación de azúcares en alcohol, dióxido de carbono y calor. El proceso de fermentación se interrumpe cuando la temperatura desciende a 10°C. Mientras más alta la temperatura más rápido es el proceso de fermentación, no obstante es preferible que sea más lento y lo ideal es mantener la temperatura de 15°C.  Los destilados surgidos por fermentación natural tienen tan solo el 14% de alcohol. La destilación es necesaria para obtener un mayor contenido de alcohol.

Mediante destilación múltiple obtenemos el destilado (70-75%) que, desde luego, debe ser diluido antes de embotellar.

¿Cómo obtener el destilado de la fruta fermentada? ¡Destilando!

El método es simple – el calentamiento hace que el alcohol se separa de los demás componentes de la levadura. Nuestros destiladores tienen mucha experiencia y, utilizando equipos técnicos más sofisticados, producen esto aromático y exquisito destilado.

El último paso es el embotellamiento del destilado – antes de esto, sin embargo, hay que filtrar las eventuales impurezas. El destilado final es embotellado.

El embotellamiento se efectúa en líneas automatizadas donde primero transcurre el saneamiento de la botella, luego la botella se llena de destilado, se cierra, se imprime el lote, se aplica la etiqueta y la cinta de control. Todo esto a 85 botellas por minuto. En cada botella se controla el volumen del destilado, la presencia de la tapa y de la cinta de control. Las botellas llenas y cerradas continúan en el transportador para ser embaladas en cartones. Este trabajo lo hace una máquina y la última operación consiste en pesar el cartón e imprimir el código de barras para facilitar la identificación en almacén. Las cajas de cartón son trasladadas, por el transportador, al almacén donde un robot las coloca sobre pallets y luego en estantes.

No obstante, algunos de nuestros productos hasta el día de hoy son embotellados y etiquetados a mano – se trata especialmente de productos fabricados en ediciones menores, limitadas.